viernes, 3 de septiembre de 2010

DEPRISA, DEPRISA

En mi entrada anterior, me referí a la meditación, tal como la concebía la artista Miriam Subirana. Hoy también me referiré a ella (a la meditación) en la visión de un practicante de Yoga muy veterano. Pero si he titulado esta entrada “Deprisa, deprisa”, es porque tanto el Yoga como la meditación son, para mí, dos formas, entre otras, de hacer frente al estrés, que constituye a su vez una de las fuentes principales de malestar e incluso de algunas enfermedades de nuestros días.

Bajo mi punto de vista, cuando llenamos de compromisos, ocupaciones y actividades nuestras vidas, lo hacemos en muchos casos para no tener tiempo para pensar o para no pensar en nada que no sea nuestra agenda de compromisos. Es decir que muchas personas, hoy en día, practican el “deprisa, deprisa” para huir de algunas dificultades que tienen en su vida personal y familiar y que no saben cómo resolver. Pero eso no tiene nada que ver con que a unas personas les guste ir más rápidas y a otras más lentas. Estoy totalmente de acuerdo con lo que dice Jordi Colomer: Si eres caballo, no seas tortuga. Y si eres tortuga, no seas caballo.

Por mucho que pretendamos huir, la realidad se impone, nuestras dificultades están ahí y no las podremos evitar permanentemente. Si, por ejemplo, hay alguna persona cuya forma de dirigirse a nosotros es agresiva y eso nos da pavor o nos crea mucha incomodidad, en algún momento vamos a tener que asumir, simplemente para generarnos a nosotros mismos nuestro propio bienestar, que hay que hacer frente a la situación, o sea, como se dice coloquialmente, que vamos a “tener que coger al toro por los cuernos”. Y eso, además, vamos a tener que hacerlo adecuadamente, esto es, sin entrar en el juego de acusaciones y persecuciones mutuas con esa persona.

Jordi Colomer habla de: aprender a crear una distancia entre yo, que soy el observador, y lo que ocurre. Yo lo interpreto –en su contexto- como no dejarse atrapar per las situaciones emocionales estresantes. Se trata –eso sí- de afrontarlas, pero no de entregarse a las emociones negativas (una bronca, por ejemplo) como lo haríamos a una emoción positiva como las que, por ejemplo, se generan en la entrega sexual de pareja. Esa es también la clave para mí. No hay que huir frente a los conflictos, pero tampoco hay que entregarse y rendirse a ellos.

Un último apunte. A mi entender, las personas que generan los conflictos a menudo son personas con problemas emocionales y eso hay que tenerlo en cuenta. Ahora bien, tenerlo en cuenta no quiere decir que tengamos que salvarlas, protegerlas o cubrirlas. Sencillamente, porque son adultas y son ellas las responsables de cambiar sus actitudes. Por otra parte, si les damos cobijo activo y entramos en el juego psicológico que nos plantean (víctima/salvador) vamos ayudarlas, sin querer, a que no cambien. Y, en última instancia, sus enfados, sus quejas, sus críticas, su agresividad, pueden llegar a contaminarnos y acabaremos practicando lo mismo que ella y sintiéndonos tan mal como se siente esa persona.

A continuación transcribo la entrevista a Jordi Colomer aparecida en la revista Natural Link

Jordi Colomer es profesor de Yoga y sostiene que las principales causas de estrés en Occidente son querer ser lo que no somos y hacer demasiadas cosas en una hora.

Lo hice por prescripción médica. Y al cabo de seis meses ya no tomaba pastillas, dormía bien, no fumaba y mi carácter había cambiado.

¿Cuál fue el detonante?
Un día estaba cursando una demanda y cogí la máquina de escribir y la tiré contra la pared.

¿Y?
Llegué a la conclusión de que mi vida no funcionaba. Dejé la abogacía y monté un centro de yoga.

¿Se puede estar tranquilo, aunque se sea una persona nerviosa?
Si eres caballo, no seas tortuga. Y si eres tortuga, no seas caballo.

El 90% de la gente es caballo y quiere ser tortuga, y viceversa. Tenemos que aprender cuál es nuestro ritmo. A una persona dinámica no le podemos pedir que vaya despacio, porque eso le creará un estrés enorme. Y al contrario. Y hay otro principio para no tener estrés.

¿Cuál?
No metas en una hora lo que no cabe. En cambio, la calle está llena de gente que hace lo contrario. Cada mañana me fijo en la gente de Barcelona. Veo a la gente en los bares, de pie, esperando para meterse el café rápidamente y salir pitando. En cambio, los electricistas y los albañiles, se sientan en la mesa y se toman su tiempo. Sacan su bocata y hablan tranquilamente. Pero los ejecutivos con hipoteca y coche de lujo no lo hacen. Están creando estrés. Y ¿qué pasará cuando lleguen a la oficina? ¿O cuando lleguen por la noche a su casa? Así no se puede vivir. Admiro a los que se sientan en el bar con su bocata.

¿Hace 35 años, como profesor de yoga, lo miraban raro?
Sí. Me preguntaban si hacía judo.

Ahora está de moda.
Ahora el yoga está distorsionado. El yoga tiene unas bases muy bien fijadas, y lo que se entiende ahora por yoga son una serie de ejercicios di- námicos. La postura de yoga surte efecto si se puede mantener un mí- nimo de tres minutos con comodidad. Y la comodidad se obtiene a través de la práctica. Cuando el yoga se aparta de la inmovilidad, desaparece, y entonces estamos ante una sesión de estiramientos. Además, Occidente ha investigado quizá más el yoga que el propio Oriente, pero lo ha convertido en una terapia, cuando no lo es.

¿Qué es?
Una serie de prácticas que llevan a la evolución del ser, y también previenen enfermedades, pero no las curan. Permiten vivir mejor.

¿Qué es vivir mejor?
No acumular tensiones. Aprender a crear una distancia entre yo, que soy el observador, y lo que ocurre.

Llamémosle meditación.
Una técnica muy importante es la meditación Vipasana, que enseña a mantener el equilibrio entre el observador y lo que está ocurriendo. Si logras este equilibrio, no acumulas tensiones. Si me digo: "Ahora estoy en este estado o en este problema y voy a entregarme totalmente", entonces acumularé tensiones. Después hay métodos para eliminarlas pero, de momento, se acumulan.

¿Se considera un sabio?
En absoluto. Cada día aprendo a crear distancia con lo que ocurre. Y lo que sé es darme cuenta de que he fallado, pero sin tener sentido de culpabilidad, porque no sirve de nada. Si he fallado, quiere decir que he acumulado estrés y que tengo que eliminarlo.

Pero ¿esta distancia no nos hace vivir la vida menos intensamente?
No. Si quieres compenetrarte con una situación y sufrir, allá tú; eres libre. Pero si aquello no te hace sufrir, como una relación sexual, pues entrégate, vívela intensamente.

¿Cómo reacciona si le insultan?
Si me llaman narizotas, pues acepto lo que me dicen. Es su visión. Otra persona dirá otra cosa distinta y también será su visión. No vale la pena preocuparse por las opiniones de los demás, porque no van a cambiar. Lo decía Buda: la discusión no sirve de nada, porque cada uno se mantiene en sus principios.

Nuestra sociedad lo quiere todo muy deprisa. ¿Se puede aprender yoga deprisa?
Si te propones cambiar, vas a crear tensión. Primero hay que aceptar que estás mal y practicar; no cambiar, sino practicar. Con una práctica diaria en casa, en seis meses la persona tiene un cambio muy fuerte. Pero quisiera aclarar que las asanas y el pranayama te cambian físicamente. Si quieres cambiar mentalmente, tienes que meditar.

¿Qué tipo de meditación?
El cambio más potente es a través de la meditación Vipasana y el yoga Nidra. Las más válidas para vivir en Occidente.

Domingo, 06 Junio 2010
© 2010 - Natural Link

2 comentarios:

Chesús dijo...

Com que no sé per quina raó no apareix publicat al blog el comentari que va fer la Montse dies passats, el publico jo amb el meu nom:

Acabo de llegir aquest escrit i ni havia sentit mai el nom de Jordi Colomer ni tampoc el tipus de ioga que Jordi comenta. Estic totalment d'acord amb el que dius tu Jesus i el que diu el Jordi. Tenim el dia ple d'ocupacions però no som conscients que allò ens fa fugir del que ens preocupa, almenys això em passa a mi. Les ocupacions em fan sentir útil, plena d'energia i que he fet coses que tenen un resultat. Pot ser amb la meditacio aconseguiria esbrinar quelcom que jo no sé? qui sap M'agradaria que algú m'expliques si ha fet aquest tipus de ioga que comenta Jordi. Fins aviat Montse

Chesús dijo...

Acabo de leer este escrito y ni habia oído nunca el nombre de Jordi Colomer ni tampoco el tipo de Yoga que Jordi comenta. Estoy totalmente de acuerdo con lo que dices tú Jesús y con lo que dice Jordi. Tenemos el día lleno de ocupaciones pero no somos conscientes de que eso nos hace huir de lo que nos preocupa, por lo menos es lo que me pasa a mí. Las ocupaciones hacen que me sienta útil, llena de energía, y ver que he hecho cosas que tienen un resultado. ¿Podría ser que con la meditación consiguiera descubrir algo que no sé? Quien sabe. Me gustaría que alguien me explicara si ha practicado el tipo de Yoga que comenta Jordi. Hasta pronto. Montse.