sábado, 31 de octubre de 2009

Las cosas, como son

Transcric una carta que he escrit a una amiga avui mateix:


Hacía días que no te escribía. Llevo unas semanas bastante ocupado. En el trabajo, estamos con cambios organizativos, sin dejar de atender las tareas ordinarias, así es que ya puedes imaginarte qué es eso. Y, por otro lado, aparte del blog, estoy metido en mi libro porque querría acabarlo este año. Ya tengo un título provisional: "La boda de Andrea. Viaje al trópico colombiano". A ver qué dicen los editores.

No sé si has oído hablar de un libro (y también de una película) que se titula "El secreto". Lo leí hace unas semanas y me impactó. De él, he sacado una lección: Hay que fijarse objetivos positivos, mejor dicho hay que querer conseguirlos y pedirlos. ¿A quien? A nadie. A ti mismo. ¿Cómo? Dedicando pensamientos a lo que quieres alcanzar y no dedicando ni un solo pensamiento a negatividades y tristezas. Te explico.

Leyendo el libro, me di cuenta de que, sin ser consciente de ello, he dedicado muchas horas de mi vida a pensar en (a ocupar mi pensamiento con) problemas, tristezas, dificultades, etc. Según el libro, hay una ley universal que siempre se cumple, con lo bueno y con lo malo, que es la ley de la atracción, según la cual lo que pensamos se produce, es decir, aquello en que entretenemos nuestros pensamientos se cumplirá, aparecerá en nuestras vidas. Y es cierto. Revisé mis últimos años de vida y comprobé que si había pensado en tristezas, se me habían producido tristezas a continuación. Y si me había ocupado en pensar en problemas, al final había tenido problemas. Así es que, después de diversas comprobaciones, me dije a mí mismo: si se cumple con lo negativo, ¿porque no se ha de cumplir con lo positivo? Y me puse en marcha.

Me fijé diversos objetivos, cosas que yo quería conseguir, y las “pedí” confiadamente. Pues bien, aunque pueda parecer extraño, lo primero que conseguí fue desterrar todos los pensamientos negativos de mi vida y las relaciones negativas. No quiero hablar más de tristezas, ni leer libros tristes, ni ver películas de ese tipo, sino todo lo que me dé ánimos y alegría en mi vida. Y eso ya lo he conseguido. Se me ha despertado un sexto sentido que me avisa de lo que no me conviene, ni en mis pensamientos, ni en mis lecturas, ni en mis conversaciones, ni en mis relaciones, etc. Pero también me fijé el objetivo de estar mejor en mi trabajo, con la gente y en mi puesto de trabajo, y lo que se ha producido es que mis jefes (todos gerentes y directivos) han aceptado mis propuestas de reorganización. Con eso, voy a mejorar en todos los sentidos, incluso económicamente.

No se trata de nada mágico, sino de la hipótesis de que el pensamiento humano es muy poderoso y atrae pensamientos y hechos de las mismas características de aquello de lo que se ocupa.

Esta es la novedad actual de la que te quería hablar. Yo sabía que existía algo de todo eso en mi caso, porque ha habido personas cercanas que me han dicho que tenía que cambiar algo en mi vida para que las cosas me fueran mejor, pero no sabía que eran mis pensamientos, creía que eran sólo las acciones. Pues no, los problemas pueden empezar pensando, pero la felicidad y el bienestar también.

Puede que te sorprenda, pero la terapeuta me dijo hace un par de semanas que me veía muy cambiado, que no era la misma persona de hace unos meses, y que me veía bien, muy bien.

¿Qué ha pasado? Naturalmente mucho trabajo en la terapia, pero estoy seguro de que también he tenido una gran inspiración con El secreto. Igual a otro o a otra no le pasa lo mismo si lo lee, pero la enseñanza de este episodio, para mí, es que te llegue por donde te llegue, hemos de tener un momento de inspiración para acabar de abrir los ojos y ver las cosas como son, la realidad tal cual.

Espero tus comentarios al respecto, pero sería mejor para los dos, si puedes, que te olvides del escepticismo. Hay que estar bien y podemos estar bien. Ese es el mensaje.


Un beso muy grande,

martes, 20 de octubre de 2009

CADA COSA AL SEU LLOC

Al meu entendre, un pot afirmar que està bé quan es pot dir a sí mateix: Sento que ara mateix cada cosa és al seu lloc.

Aquesta afirmació i aquest convenciment, fets amb convicció, són la millor forma de confirmar que un està bé, perquè es fa després d'haver escampat la mirada arreu i comprovar que les relacions amb un mateix i amb els altres es troben en un punt d'harmonia (observades des del punt de vista de qui mira i ho sent, és clar) que es tradueixen en molta pau al cor.

A l'inrevés, doncs, quan no som capaços de sentir això (i, per tant, de fer l'afirmació) vol dir que alguna cosa no funciona bé dins nostre. LLavors és quan hi podem parar més atenció i treballar allò que trobem i que distorsiona la nostra pau interna.

viernes, 16 de octubre de 2009

LES CRISIS PERSONALS

Amb el tema de les crisis, em fa passa com amb molt d’altres: una cosa és parlar-ne, des de fora, i una altra de molt diferent fer-ho quan l’estàs patint.

Recordo aquella anècdota que expliquen en la qual una persona amb problemes visita un psiquiatra i li diu:
- Doctor, doctor, la vida ha perdut interès per a mi, crec que tinc una depressió de cavall.
I el psiquiatra li contesta:
- Enhorabona, home!
El pacient és queda parat en sentir això i li pregunta:
- Com és que em diu això si em sento tan malament?
- Doncs perquè ara, gràcies a la crisi, sí que podrà solucionar els seus problemes i arribar a estar bé del tot.

Al meu entendre, el sentit profund de l’anècdota només pot ser copsat un cop ja has passat la teva crisi personal (o la darrera de les teves crisis personals). Mentrestant, mentre no has estat mai dins d’una crisi d’una certa entitat o hi ets encara dins d'una d’elles de cap i peus, no podràs copsar-lo de debò.

Per a mi, és important aquesta precisió de cara a llegir críticament l’entrevista que he reproduït a baix.


“Las crisis son algo necesario, son un cambio de estado.
La vida es una sucesión de crisis y no hay que verlas como
enemigas, cuando son aliadas de nuestro crecer, de nuestro
desarrollo y de nuestra evolución”
Eva Monferrer

Nuestra sociedad esconde la tristeza, las crisis y los momentos de debilidad como la peste. Nos hace creer que la Vida es como un parque de atracciones en los que sólo hay gozo y alegría, pero no es así.

Y por eso, al menor atisbo de tormenta vital nos ofrecen antidepresivos o sucedáneos que esconden las verdaderas causas de nuestros problemas en el desván y nos hacen vivir “a hurtadillas”, por incercia, sin tener el verdadero control de las situaciones.

Pero existe otro concepto de vida, diferente al del actual paradigma materialista, que no tapa las crisis y el dolor interno, sino que las mira a los ojos, las escucha y las trasciende como el Ave Fenix aprovechando las dificultades para crecer.

En este texto Eva Monferrer, experta en Sabiduría Perenne, nos explica porqué las depresiones o cualquier tipo de crisis son más amigas que enemigas:

Pregunta 59 de la entrevista “¿Quiénes somos, de dónde venimos y a dónde vamos?”:

PREGUNTA:
Tu te sueles oponer a los antidepresivos, tranquilizantes, etc. ¿Por qué? ¿No serás un poco sádica y quieres que suframos más?

RESPUESTA:
Siempre me he opuesto a los antidepresivos porque hay otras muchas formas de aprender a tomarse la Vida. El Alma no se deprime.

La depresión es muy sana. Todo el mundo debería pasar por alguna, no muy fuerte. Y eso no es sadismo, eso es saber atravesar un desierto, saber aguantar con poco agua, saber comer menos, ser solidario, ponerse en la piel del que está permanentemente sufriendo.

La depresión es una experiencia importante. El estar una o varias veces en la vida pasándolo mal con toda la consciencia del mundo y sabiendo también que de la misma manera que esa situación llegó, acabará.

Normalmente las depresiones que sufrimos tienen que ver con falta de dinero, de salud, de pareja, de comprensión con los seres queridos, … poco más.

Las auténticas depresiones que son las verdaderas Noches Oscuras del Alma de las que hablaba Santa Teresa, no se curan con antidepresivos. Te lo puedo garantizar porque he visto varias y he pasado las mías. El antidepresivo es como un “lacasito” (golosina) para una de estas.

Hay que pasarlas todas. Y las comunes, las ñoñas son el antídoto para las que van a venir después y recomiendo que las personas abracen las depresiones.

También recomiendo leer el libro de Stalisnav Grof y su esposa Christina: “El poder curativo de las crisis” de la editorial Kairós.

Si uno no entrena, luego no gana la batalla de verdad.

Crisis es algo necesario, es un cambio de estado. Un niño entra en crisis con la pubertad y un púber entra en crisis al volverse joven y el joven con la madurez. Pero no nos acordamos. También hay crisis al tener un hijo, casarse, al tener que ir a trabajar, …

En fin, la vida es una sucesión de crisis. No sé porqué la gente les tiene tanta aversión y las ve como enemigas, cuando son aliadas de nuestro crecer, de nuestro desarrollo y de nuestra evolución.

Si no fuera por las crisis, no habría cambio porque CAMBIO Y CRISIS ES LO MISMO. El ser humano no aprecia los cambios por verse en un mundo material (el de la encarnación) al cual no pertenece.

Esa es la base de la inseguridad. Pero hay que aprender a vivir con la inseguridad, simplemente miras hacia delante y hay una curva, aunque luego no sabes que hay más allá. Lo único que prevalece en la vida es el cambio.

Podemos vivir las crisis como una sorpresa, como una aventura, … en plan positivo, que de eso se trata.

La depresión es una alerta para hacer caso al Alma.

La depresión es una forma de alertar de que no se está evolucionando en una dirección óptima, que no se están haciendo las cosas lo bien que se podrían hacer, que ha habido algún error del que el Alma se ha hecho eco y te manda una señal de alerta.

Si tapas la depresión con un antidepresivo, te pierdes la enseñanza y estamos en el mundo para aprender.

Así, que ánimo y a coger las crisis con más cariño que son grandes Maestras y grandes amigas para toda la vida.

Eva Monferrer

jueves, 15 de octubre de 2009

La ràbia

Hi ha una ràbia antiga, acumulada durant anys, que es guarda a les zones més fosques o profundes del cor, però que actua i influeix sobre la nostra vida, encara que no en siguem conscients. Aflorar les antigues ràbies és condició indispensable per a estar bé.

Ahir vaig anar a a veure el film d'Amenàbar "Àgora" i em va provocar que aflorés a la superfície de la meva consciència molta ràbia que tenia acumulada des que era petit i adolescent.

El film narra com la secta cristiana es fa mica en mica amb el poder absolut (polític i religiós) dels dominis de l'imperi romà que és en decadència. Hi apareixen la sobèrbia, l'abús, el dogmatisme, la manipulació, la crueldat, el salvatgisme, la indignitat en definitiva d'uns dirigents cristians que l'únic que busquen és el poder, per a detentar el qual no tindran inconvenient a amenaçar, a perseguir, a condemnar i fins i tot a eliminar tot aquell que s'oposés a les seves ambicions expansionistes.

La veritat és que amb aquesta ràbia a sobre (la meva d'antiga) és impossible sentir pau interior, i per tant el benestar que tots volem. Així és que aquest matí he fet uns quants exercicis per a treure'm tanta ràbia com em fos possible, per a ocupar després el forat que quedés amb elements positius.

Mentre mirava el film, van ser molts els moments que vaig acusar els bisbes i dirigents cristians d'assassins fastigosos.

Penso que val la pena veure la pel·lícula, tot i que és probable que només les persones que, com jo, han patit els abusos dels capellans i dels dirigents eclesiàstics en general, puguin ser sensibles als desmans que s'hi expliquen.

M'agradaria molt que si algun visitant d'aquest blog l'arriba a veure, que ens digués què li ha semblat i si també ha sentit la mateixa indignació que jo.

sábado, 10 de octubre de 2009

Comentari

Cada vegada tinc menys dubtes sobre que els homes i les dones (promig) són molt diferents. Dic promig perquè estic convençut (ja ho estava abans de llegir aquesta entrevista) que hi ha un sector d'homes amb "pensament i actituds femenins fonamentalment" i un sector de dones amb "pensament i actituds masculins fonamentalment". En tot cas, la cosa té la seva importància perquè, si és així, com que penso que al món li convindria un gir cap a una manera més femenina de ser gestionat, correspondria, per tant, a les dones (que formen el gruix més important dels pensaments i actituds femenins) encapçalar el canvi, juntament, això sí, amb el grup dels homes que ens hi sumaríem de totes totes.

A banda, he de comentar que hi ha una generació d'homes entre els 30 i els 45 anys aproximadament (si més no en els ambients on jo em moc) que em recorden als qui ja en tenen 50 ó 60. Continuen amb una actitud que a mi em sembla infantil, de poc reponsabilitzar-se i de fugir i fugir cap no sé sap a on. I sembla com si fossin moderns i avançats. Però les seves dones continuen suportant el rol més clàssic; i ells a la seva.

He transcrit l'entrevista perquè penso que pot donar de sí per a fer un bon debat en aquest Blog. A veure!

: "Las mujeres son más felices que los hombres"

ENTREVISTA • SUSAN PINKER
Susan Pinker: "Las mujeres son más felices que los hombres"

La psicóloga canadiense defiende que la naturaleza de las mentes es distinta según el género: ellos quieren poder y dinero y ellas relaciones humanas

Joel Albarrán | Barcelona | 09/10/2009 | Actualizada a las 01:28h | Ciudadanos

Decir que hombres y mujeres somos distintos por fuera es una evidencia indiscutible. Decir que también somos esencialmente distintos por dentro, en cambio, significa tocar un tema mucho más delicado.

A este terreno pantanoso es al que se ha lanzado la psicóloga canadiense Susan Pinker, armada con decenas de casos, de opiniones de expertos de los más diversos ámbitos y de datos científicos, todos ellos recogidos en el libro La paradoja sexual. De mujeres, hombres y la verdadera frontera de género (Paidós).

En una charla telefónica desde el Canadá, Pinker asegura que sus afirmaciones no implican defender los roles tradicionales de relación hombre-mujer. Al mismo tiempo, sin embargo, afirma que a los hombres les interesa más los símbolos de estatus y poder como un buen trabajo o un buen coche, mientras que las mujeres son más proclives a sacrificarlos para favorecer sus relaciones afectivas.

Y, lo que es más políticamente incorrecto todavía, estos intereses distintos no derivarían de motivos sociales y culturales sino que serían intrínsecos a las naturalezas humanas masculina y femenina.

Además de recurrir a argumentos científicos, Pinker analiza la evolución vivida a lo largo de muchos años de niños que parecían destinados al fracaso pero que de adultos triunfaron profesionalmente y de niñas brillantes que de mayores han renunciado a un modelo de éxito social creado por y para hombres y en el que ellas no se identifican.

-Tantos años luchando por la igualdad de derechos entre hombres y mujeres para acabar concluyendo que, en realidad, somos distintos. ¿Podría esto perjudicar los avances logrados hasta ahora?
-No creo que sea bueno ni malo, no se trata de una cuestión moral, aunque sí que cierto que una de las estrategias o tácticas para defender la igualdad de derechos de las mujeres ha sido decir que hombres y mujeres son idénticos. Pero no es así.

-¿Cuál es la raíz de las diferencias entre hombres y mujeres?
-Obviamente, hay diferencias de todo tipo. No son sólo genéticas u hormonales, sino también de arquitectura cerebral y de muchos otros aspectos.

-¿Estas diferencias justifican los papeles tradicionalmente asignados a hombres y mujeres?
-¿A qué se refiere con papeles tradicionales?

-Pues que la mujer se quede en casa cuidando de la casa y el hombre vaya a trabajar, por ejemplo.
-No, no los justifican. En realidad, lo que digo es que hombres y mujeres tienen preferencias de trabajo distintas. Pero esto no significa que ella se quede en casa y él vaya a trabajar. Lo que significa, por ejemplo, es que más mujeres que hombre prefieren trabajar con gente, donde pueden desarrollar sus habilidades e intereses. No tiene nada que ver con los roles tradicionales.

-Pero en su libro menciona casos de mujeres que dejan sus exitosas carreras para quedarse en casa.
-En realidad, no se quedan en casa después abandonar sus trabajos. Lo que pasa es que los lugares de trabajo se han hecho a medida de las necesidades de los hombres y las expectativas en trabajos también se corresponden con lo que los hombres siempre han aceptado: largas horas, viajes, estar fuera el fin de semana… Las mujeres no quieren dedicarse sólo al trabajo, quieren empleos que les permitan mantener los vínculos sociales que les importan, con sus niños, sus amigos o sus padres.

-¿Y los hombres no precisan tanto estos vínculos?
-Hay que aclarar que no estamos hablando de hombres y de mujeres como si fueran personas de distintos planetas, blanco y negro, sino de promedios. Dicho esto, hay muchas más mujeres que hombres que priorizan sus relaciones personales sobre su trabajo. Por el contrario, para una proporción mucho más grande de hombres que de mujeres lo más importante es el trabajo y sacrificarían otras cosas.

-¿Esto se debe a que las mujeres identifican y reconocen mejor lo que las hace felices?
-No se puede generalizar, pero está claro que eso indica que las mujeres son más felices con sus vidas que los hombres. Son más felices y viven más tiempo. Los economistas lo llaman la paradoja del género, porque las mujeres en realidad no tienen trabajos tantos trabajos con poder, estatus y dinero… pero son más felices. Por eso le llaman una paradoja. Pero en realidad la auténtica paradoja es que el poder, el estatus y el dinero no son su objetivo: las mujeres piensan que su felicidad personal es su mayor prioridad por encima de cosas materiales como su coche o su cuenta del banco.

-¿Entonces las diferencias salariales entre hombres y mujeres las buscan las propias mujeres?
-Si, porque las mujeres a menudo eligen sus trabajos en función de sus habilidades e intereses y los hombres por cuánto ganan. Por ejemplo, las mujeres abogadas a menudo se decantan por trabajos en el sector público, mientras que los hombres se decantan por el sector privado. Así que ellas también quieren ser abogadas, pero les importa más cual es la finalidad de su trabajo.

-Una de las bases de su libro es que los hombres están más en los extremos y las de las mujeres más estables.
-Estadísticamente, los hombres son más variables, es decir que hay más hombres psicológicamente muy muy frágiles y más hombres muy muy fuertes. En cambio las mujeres en su mayoría se encuentran más alrededor de la media.

-Recoge casos de niños que parecían frágiles y han triunfado profesionalmente ¿A qué se debe?
-No sucede siempre, pero algunos de estos niños frágiles que no tienen muchas habilidades verbales o sociales, de adultos sí son buenos con los negocios. Parte del motivo por el que les va bien con los negocios es porque tuvieron que dejar las clases y ponerse a trabajar.

-El otro lado de la moneda es el de las mujeres que parecían brillantes pero no han triunfado.
-No creo que se pueda decir que una mujer no ha triunfado porque no sea una ejecutiva de una gran empresa. En realidad, la mayoría de mujeres no quieren esto, sino que priorizan la relación con sus familiares. Hay que darle la vuelta a algunas de las asunciones más extendidas sobre lo que significa el triunfo personal. No habría que darle tanto valor a lo que ganamos. Es más importante, por ejemplo, los años que vivimos. Y si lo miras así, entonces las mujeres están muy por delante.
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46 COMENTARIOS
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george deschaimps | 10/10/2009, 10:34 | |

Creo que hombres y mujeres,cojean del mismo pie,pero sin duda,los hombres siempre estamos compitiendo a ver quien es mas macho,poderoso o fuerte.Nos hace falta una gran dosis de humildad a todos.

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Rosa Mª | 10/10/2009, 04:30 | bcn |

La felicidad no es cuestión de géneros sino de personas. Los índices de depresión son mayores en mujeres que en hombres, pero por vivir aún en una sociedad sexista. Si los hombres han creado una sociedad competitiva basada en el poder y dinero es para cazar las mejores presas.Tanto a hombres como mujeres les gusta vivir lo mejor posible.Pero tanto hombres como mujeres los hay cuya mayor prioridad es el dinero y aquellos que valoran más las relaciones personales.

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t | 10/10/2009, 01:59 | t | t

psicoloca tenia que ser. si realmente supiera de lo que habla sabría que no se puede generalizar en nada. pero claro, tiene que vender sus libros y decir burradas que agraden a su publico objetivo, las mujeres. las que se lo crean, claro. que le pregunte a las afganas, de la universidad a la esclavitud.

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nuria | 09/10/2009, 21:03 | bcn |

no entiendo en que son simples los hombres?

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una mujer | 09/10/2009, 18:57 | |

Parece ser que se han olvidado mencionar que mucha "culpa" de que la mujer se quede en casa "y prefiera estar en casa", puede estar determinada en la educación impartida. No hay que olvidar que nuestra sociedad deja a la mujer mucho más limitada... no creo que la mujer tenga asociado en si, el cuidado, más bien es un rol establecido de hace muchos años.